Había algo en sus ojos.
Un mito
una fábula
un sueño nuevo;
lo desconocido que nos llama.
Ella estaba ahí
frente a mí
y,
yo tan distraído.
Durante unos segundos
la amé infinitamente,
me imaginé junto a ella.
¿Y finales?,
cientos.
Quitó de mi su mirada,
se dio vuelta
y se fué.
De ella sólo entendí que,
no
la volvería
a
ver.
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