PINTADA 29/1

domingo, 23 de enero de 2011

Rap rap parapa pá.

Le pondrás un nuevo nombre al cielo,
serás feliz por un segundo, luego desconsuelo.
Te comprarás un auto último modelo,
una sonrisa se dibujará en tu cara, serás un hombre triste luego del estreno...

Conquistarás Asia, América y alguna isla que nadie jamás pisó,
te sentirás único, el mejor, superior, superlativo;
pero todo aquello acabará cuando te des cuenta de que sos simplemente un pobre tipo.

Quien puede tener razón,
¿Quien puede saber porque respiro yo?
Qué pueden saber acerca de mi,
si hay algo que late.
Me pide, me exige, reclama
y aún yo no entiendo porque tiene esta expresión mi cara.

¿Qué podría ser mejor?,
¿Cuánto peor?.
Mejor no pregunto más
las papas hierven
el horno está lleno de bollos,
siento de lejos la pisada de los lobos
y yo sin hacer mucho ruido me fui llendo
no valla a ser que se enteren que aún, no me estoy muriendo.

Rap rap parapa PÁ.

Más no sé.

En el mundo por mi conocido ( dado que todo lo que no tomamos en cuenta ya sea por ignorancia o por cualquier causalidad en este momento, hoy, ahora, no existe)
existen 2 o 3 palabras que nos llevan a añorar.
Imposible, Sueños, Ojalá.

Hay veces que juego en el espejo imaginando realidades diferentes,
talvez un poco de luz, a aquellos colores sin suerte.
Alas para las almas sin ganas...

Si existe una persona,
también una canción.

Se acabó el juego que nos hacía feliz,
talvez todo fué un pequeño desliz.
Más no sé, ahora las consecuencias recaen sobre mi.
Talvez sea muy tarde haga frío y carezca de algún que otro abrigo.
Más no sé, pero ahora muero helado a causa de este invierno que me tomó desprevenido.

Más no sé;
que me encuentro sólo eso, si bien lo sé.
Los lobos seguramente piensan en volver,
se hizo de noche y tengo que correr,
muy tarde, no tengo nada que perder.

Imposibles, sueños, ojalá.
Ojalá que lo imposible se te cumpla en sueños.

Convicción, Fe, Actitud, Sueños, Amor.

No es algo que se pierde,
es el tiempo,
no es algo que se diluye,
es un sueño.

Más mis noches ofreciéndole mi oda al cielo
esperando que cambie un ciervo por pájaro en pleno vuelo
un tigre sin manchas
rinoceronte sin cuernos.

Sensaciones que las hacen ser sentimientos
por falta de discernimiento.
Ojalá pueda aprender a volar antes de que llegue el viento.

En que río desembocarán
todas esas cosas que espero y nunca están.

Sueño que se escapan
cuando llego; se hizo tarde.
Se han marchado
y no han dejado rastros, siquiera un papel garabateado.

Las etiquetas no me duelen.
El pasado no me castiga
conservo una memoria que siempre olvida.
No me importan tus peleas menos las mias,
aveces, sólo se trata
de
vivir
la
vida...

Por eso le canto al destino
una canción sencilla, sin tanto revuelo.
Pretendo, un futuro ameno.

No es el tiempos ni los sueños quienes se malgastan.
Pero sí tras tanto choque
tanta guerra sin fin ni tregua,
la ilusión;
se va apagando.

Así también, tras los restos de mi ilusión,
caerán uno a uno castillos que alguna vez fueron mis pilares,
donde supe resguardarme tras las peores tempestades.

Convicción. Fe. Actitud. Sueños. Amor.

Dos historias, un día, mi memoria.

Siento pena por mi papá, por todo lo que tiene y no sabe aprovechar.
Hoy me lo crucé antes que se valla al bar y cargaban sus ojos el fracaso en su más pleno estado y la soledad de sentirse un incomprendido. Sólo; en un barco sin marineros ni tripulante alguno. Al verlo también fuí preso de un sentimiento extraño, tuve miedo de llegar a ser algún día como él...

Cuando volvió ya todo era muy tarde y esta vez una pena enorme invadió de manera efectiva los espacios más recónditos de mi pecho dejando un frío helado de esos que rara vez se encuentran en algún paisaje terrenal. Un espacio también vacío, vacío y árido.

Tomé una caja de cigarrillos, que aún contenía la mitad de ellos, un abrigo y algunas monedas. Lo justo para emprender un viaje que durara toda la noche afín de poder esclarecer y sacar a relucir algún que otro pensamiento en concreto.
Era un lunes, antes de salir miré el reloj de la cocina y la aguja perezosa con sueño marcaba la una en punto de la mañana.
Mis pupilas se hacían pesadas pero podían más aún mis ganas de recorrer una Buenos Aires dormida rodeada de un silencio infinito el cual creía que sólo lo interrumpirían el eco de mis pasos.

Al recorrer algunas cuadras varias y salirme de mi barrio, dirigiendo mis pasos hacia el viejo Palermo me encontré con un mundo nuevo, un mundo de lunes por la madrugada. "Mientras la ciudad duermen los locos viven" rezaba un dicho de mi abuela, no en vano.
Pude descubrir que al menos el ochenta porciento de los transeúntes que deambulan en este horario son del género masculino, pero más allá de los géneros a todos estaban unidos en un punto. Sus ojos.

Supe reconocer y encontrar en cada destello de su vista, en cada oportunidad que se cruzaron mis ojos y los de ellos, como si fuera una analogía el sentir que escapaban de algo, escapábamos de algo, de algún pasado, algún futuro, un presente, seguramente.
Todos llevábamos en silencio en nuestro semblante el recuerdo de un fracaso, nos estábamos dirigiendo enmudecidos hacia el abismo sin ánimo alguno de cambiar el rumbo.

Me encontré con un personaje de esos que pocos se ven, su nombre era/es ( no podría otorgar datos precisos de su paradero actualmente) Octavio ( tiempo después me lo volvería a cruzar en diferentes circunstancias que me ocuparé de relatar en otro texto ), en la delgada linea que separa el iris de sus ojos y sus pupilas parecía que escondía más de mil historias, siempre llevaba sosteniendo entre sus labios la palabra justa y entre sus manos una botella de un vino del cual por desconfiar de su procedencia al ofrecerme, me negué.

Tanto él como yo, habia una sola cosa que nos sobraba en aquel momento y era justamente, tiempo. Con lo cual me senté en un banco de la plaza Las Heras y comenzó a contarme historias, mitos de todo tipo que valla a saber uno qué viento los habia traido hasta este personaje que se hacía llamar Octavio aunque, en realidad siquiera él mismo podía recordar ni cuando ni como ni donde y muchos menos en qué momento había nacido.

De todas aquellas historias que me comentó, relataré una en esta oportunidad:

---º

En un paraje extraño plagado de arrabales donde Dios aún no se ha ocupado en ponerle nombre a las cosas que lo habitan, cada mañana a la misma hora un pescador se encontraba fiel como un soldado al pie de la trinchera con su caña.
Al llegar a los 10 peces, que era lo necesario para alimentarse tanto a él como a su familia, se retiraba a paso lento hacia su cabaña, la misma estaba compuesta por su hija Milagros del Tesoro y por su hijo Benjamín ya que su mujer al nacer el niño había fallecido de una hemorragia severa( comprenderás lector que en tiempos aquellos los saberes médicos eran precarios y escasos).

Así como aquel pescador se encontraba todos los días a la misma hora en el preciso mismo lugar, también lo hacían los demás habitantes, tras pasar algunos años de que esta acción formase parte de una rutina, se acercó un tal Luis Enrique Velez Sarfield, uno de los hombres más ricos del pueblo quien habia estado observando durante todo este tiempo al actor principal de esta historia.

Acercose y preguntole:

.- Disculpa que me entromezca en tus asuntos pero llevo algún tiempo observandote cuando vengo hacia el río y tu accionar siempre es el mismo. Tras pescar la suma de 10 peces te retirás del trabajo y no regresas hasta el otro día.
¿ Porqué no te quedas unas horas más y aparte de los 10 peces que necesitas para vivir, consigues unos 40 más por día y los vendes? Así en aproximadamente un año conseguirás comprar un bote.

Sin siquiera pensarlo un segundo el pescador le respondió con un

.-¿Para qué quisiera tener un bote?

.- Bueno es muy simple, respondió Velez, con un bote lograrías adentrarte un poco más en el río y podrías conseguir el doble de los peces que puedas pescar aquí en la orilla y en medio año podrías comprar otro bote y poner gente a tu cargo.

El pescador sin ánimos de ofenderlo le volvio a responder de la misma manera con que lo habia hecho la primera vez

.-¿ Para qué quisiera tener 2 botes y gente a mi cargo?

.- Al tener gente a tu cargo y 2 botes podrías en menos de dos años tener una gran flota de embarcaciones y talvez llegarías a construir un barco con lo que llegarías al Océano de manera práctica y ahí si que está la gran ganancia, tu me comprendes...

Al terminar esta breve charla el pescador ya tenía dentro de su balde los 10 peces necesarios y comenzó a guardar todo prolijamente, sólo antes de marcharse le contestó.

.- ¿Para qué quisiera yo tener botes, gente a mi cargo, barcos si con mis 10 peces por día no sólo soy feliz yo, sino que también mis hijos? La simpleza no es el punto de partida sino, el de llegada.

Tras decir estas breves palabras el pescador se perdió entre la neblina característica que poseen los puertos y Vélez no pudo hacer más que tomarse la cara con sus manos y llorar.

---º

Luego de terminar esta historia, Octavio, también se levantó para irse sin decir adiós.
La luna ya se había retirado y ahora me encontraba mano a mano con el sol quien no hacía más que enceguecerme con sus rayos desde allí arriba. Comprendí que era tarde y encaminé mis pasos hacia mi casa.

En cuanto a mi papá; ojalá algun día cambie, lo esperaré.

Miedos

Creo que lo que le da miedo al hombre es la oscuridad.
O... talvez el sentirse sólo frente al mundo,
arriesgarse a perder la vida,
que no te saluden
que se acabe el aire
a perder un amor
a perderse en el amor.
Salir de casa y no volver,
Que las cosas cambien de un día para el otro,
que la muerte venga a buscarnos y no estamos preparados,(¡siquiera peinados!)
intentarlo y perderlo todo,
equivocarnos y que la gente se ria,
estar navegando y hundirnos en el medio del mar,
a ser nadie,
a ser alguien,
a que nos golpeen.
Caernos,
levantarnos.
Que venga el invierno y no vuelva más la primavera...

CREO, que tengo miedo.

Gotas que nos regala la lluvia.

Desde el cielo
nos saludan con revuelo.
Son gurrumines,
alegres querubines.
Quieren que lleguemos al Edén,
hay una gran fiesta, colores, sonidos de kermesse.

El sol observa, impaciente
desde el ángulo opuesto, parece resplandeciente.
Brilla en su máximo esplendor
va perdiendo las fuerzas mientras los rayos se pierden en su derredor.

El horizonte cae con una particular expresión
con sus manos como caidas, su sien como arrepentida...
Su respiración, sentida.
Disculpá que así te lo diga,
pero no vuelvas a salir
si tienes llevas el ánima como para limosnas ir a pedir.

No hagas que me enoje
el mundo es uno
la vida un segundo
y no quisiera, que en el último momento
en el cual podré exhalar sin ningún tipo de censuramiento
te escondas obnubilado.
Talvez, cegado
de que esta vez tu puerta la muerte ha tocado
y aunque no te duela y no lo sientas;
tu cabeza contra una gran pared se ha golpeado.

A la vuelta de la esquina un niño lloraba sin consuelo ni papel donde exprimir sus lágrimas hasta el hartazgo, con sus pequeños pies descalzos un dedo sangraba, llevaba una espina clavada, su estómago vociferaba que daba miedo, emitía sonidos a un ritmo constante y calculable.
Mientras tanto, intentaba cantar una canción que algún adulto le enseñó y movía de manera sistemática una gorra en la cual pretendía que caigansen así como las gotas que le regalaba la lluvia en aquel momento, monedas.

En el fondo se puede observar una pared pinturrajeada de colores varios, en la misma se encuentran dispersadas ciertas palabras que forman una frase que no sin cierto esfuerzo alcanzé a vislumbrar:
"JUSTICIA, IGUALDAD, AMOR, PALABRAS DE UNA NACIÓN QUE JAMÁS EXISTIÓ"

Tiro que tirar tiré un sueño que alguna vez soñé.

Si un sueño te golpea
la realidad,
te
mata.

Quien mucho abarca poco aprieta.
Las frases hechas no suman pero, por más que lo intentés
aveces de las manos las cosas se te escapan.
La verdad es un segundo, un sentimiento profundo
que nos permite vislumbrar parte del mundo.

Qué pecado más grande
el de la mentira
se asemeja al despertar
con los ojos ciegos, ciegos de vida;
Llenos de ira.

Tiro un tiro que tira
la cabra al monte mirar no mira.
Tiro un tiro que tiré
es un minuto, luego me olvidé, lo olvidaré.

El viento trae la neblina
y la neblina consigo al viento.

Aunque no lo entiendas
vendrá el tren y esta vez,
lo siento pero no;
no te esperaré.

Un grito en el cielo.

Puse el grito en el cielo
ya importaba poco mis desafinos y tus desconsuelos,
me sentí extraño en mi burbuja
todo estaba por romperse,
empecé a sentir el vértigo del riesgo
cuando la gravedad indica que estás a punto de caerte.

Sobre mi impactaba una lluvia de recuerdos diversos
y verdades escondidas en lo más profundo del cuerpo.

"¿Cómo habras hecho para escaparte del Edén ?" me pregunté.
Si no tienes alas ni milagros con que deslumbrar
pero conoces más de mil formas para que caiga en tus redes y no pueda dejarte de amar.

No es el sol lo que nos quema de verdad
sino la ausencia del eco de tu respiración en mi despertar,
el saber que pueden pasar semanas y no volverás a llamar.

Que sea de noche, haga frío, afuera llueva y no sepa donde estás.

Rogar, llorar, rezar.

El tiempo pasará
y no te darás cuenta quizás
pero siempre seguirás siendo igual.

Cambian las calles;
los autos;
las autopistas;
las radiofrecuencias;
alguna tecnología que tiempo después, un pequeño niño te intentará explicar
y sin embargo nunca tan bien como él la entenderás.

El fuego de tu cigarrillo se extingue con cierta displicencia
la cerveza se enfría con disimulo y espera,
mientras, de fondo se escucha a la televisión.
La misma mentira de siempre que nos hace feliz
y nos incita a creer
que hay algo nuevo para ver.

Suenan las alarmas la gente grita de lado a lado
a tus costados sólo ruido ( ya estás acostumbrado ),
sirenas rojas queman la ciudad ( empezás a estar alarmado )
la mentira está por acabar.

Agentes de represión irrumpen en tu cuarto y en otros más;
ellos van corriendo emocionados
por fin el momento de su gracia ha llegado,
y ya tienen desenfundado el corrector de ideas en su mano.

A la vista todo es tan simple,
pero dentro del vórtice en el cual se conjugan la mentira y la verdad
uno, pocas veces puede dilucidar
en qué lado debería estar.

Consternado, estás indeciso,
preferís acostarte y esperar
"ya todo se va a solucionar"
no haces más que rogar llorar y rezar.
Rogar llorar y rezar.
( es como la nada en los momentos en los que hay que actuar )

Bang.
Suena un disparo,
la bala encuentra su objetivo.
El tiro fue efectivo,
tus manos empiezan a llenarse de un hormigueo extraño
buscas un ojo que ya no está
y ya sin más te acostas a descansar.

Sólo el descanso les despara
para quienes prefieren,
callar antes de gritar;
gatear antes que caminar;
mentir antes que esbozar(por más infima que sea) una verdad.


U n a v e r d a d.

Ensayo acerca de la Felicidad

En lineas generales los momentos placenteros, las cosas buenas, esos instantes en los cuales nada podría ser mejor, nos resultan que no duran lo suficiente, los calificamos de efímeros, fugaces y no puedo hacer más que exclamarle al viento y a las paredes que me amparan ¡ En qué grueso error nos estamos adentrando !
No importa la duración corpórea, tangible, medible de aquel momento por las agujas de un reloj por demás tirano que andará midiendo y atesorando de forma milimétrica cada segundo de tiempo que transcurra y, que nunca en su cobarde y longeva vida se animó a retroceder ni dos segundos hacia atrás.
No, todo aquello se encuentra muy lejos del punto. Los instantes de verdadera plenitud permanecen en un plano radicalmente abstracto quemándonos eternamente con el fuego de la intensidad con la cual los hemos vivido.
No importa la duración sino la intensidad, el cómo, de qué forma inciden en nuestra vida las cosas.

Tiempo después, cuando nuestro peine sólo acomode algunas cuantas canas que las llevaremos con un notable orgullo bien dispersas para abarcar de manera modesta nuestro cráneo.
Nos daremos cuenta que más allá de todo, lo que nos queda entre nuestras manos asediadas seguramente por enfermedades que resultan inútiles tratar de vencerlas; son y serán, los recuerdos, momentos, anécdotas, vivencias; todo aquello que nos hizo ser lo que hoy, somos.
Brindo por ello.

Golondrina que más te podría pedir, si con sólo una mirada me haces feliz.

Las golondrinas siempre esperan,
en algún lugar, sabiendo que todo lo que va,
regresa.

Hoy te vi mientras tomaba un té,
en un bar de Palermo olvidado,
pediste café para dos,
pero tu acompañante; nunca llegó.

Tenías la sonrisa idónea para cegar mis ojos,
los labios perfectos para salvaguardarme de cualquier enojo.
Desearía haberte hablado,
no sé, al menos pedirte un cigarrillo prestado,
esbozar cualquier comentario acerca del clima,
un "¿Qué tal, cómo te va?", no hubiese venido nada mal.

Pero no pude,
pediste la cuenta y te dejé ir,
fué como una de esas oportunidades que aunque sé que no volverán
me alegrarás la semana de ahora en más.

Golondrina que vueltas alto
¿Cuando volverás a posarte sobre las ramas de este balcón con tus encantos?
Golondrina de aleteos cortos,
siento de lejos el rumor de tus cantos
y no puedo más que empezar a los saltos.

A la misma hora mañana estaré,
en el mismo bar me pediré un té,
y bajo el primer rayo del sol, tranquilo; te esperaré.

La muerte ya no nos limita más.

Entre mis manos podía acariciar el frío,
sentir a mis espaldas la respiración insostenible de una soledad
que supo hacerse lugar, aquí,
junto a mi.

Hurgué durante algun tiempo en lo más profundo de mi memoria
buscando algun que otro recuerdo que me conceda un instante de calor,
que me robe una sonrisa para amenizar esta soledad
que no parece muy entusiasmada en irse deprisa.

Buscando entre almanaques y fotos viejas
encontré un recorte que alguna vez de algun diario tomé
que decía así :

“Debemos arrojar a los océanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aquí existió un mundo donde prevaleció el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad ..." Gabriel García Marquez.

Entonces sí, comprendí
que la vida era efímera,
que el amor nunca conocí,
y que en los años que viví,
sólamente de los problemas corrí
y es por eso que hoy estaba tan sólo, sin nadie, sin mi.

Comprendí todo aquello y mucho más.
Llevé mis manos a la cara como queriendo alejarla de mi cuerpo,
talvez, iluso, quería esconderme por sólo un segundo,
dejar de ser yo,
escapar,
volar,
lejos,
a algún lugar.

Y por primera vez,
preso de una tristeza que me sacudía el alma;
Lloré;
y fuí
feliz.
Lloré.

Despertar es una utopía cuando lo que nos rodea no es precisamente la luz del día.

¿¡Me oís?!
¿ Estás vivo ?
Quédate aquí, conmigo.

Zumbaba alrededor de mis orejas
un ruido extraño reminicente a un más allá
tan cercano, casi palpable;
pero inexplicablemente, inalcanzable.

Sentí tus ojos junto a los mios,
tu respiración tan cerca
tus pensamientos rozaban mi alma
y tus lágrimas caían
como rocío en el desierto que era, mi alma sin vida.

Luciérnagas que estaban más allá
hoy se encuentran tan acá,
iluminan con su andar senderos oscuros
por los cuales con sólo abrir puertas;
se ve el futuro.

Todos dirían que estoy en un sueño
en uno muy duro,
pero si hablamos de durezas,
nada más duro que la vida y su corteza,
la realidad y su maleza,
llegar a la verdad; una meta incierta caracterizada por su máxima crudeza.

El infierno está más cerca que el cielo comprendí en aquella ocasión,
se hace más simple destruir un puente que crearlo,
cortar un árbol que plantarlo.

De la tentanción a la acción,
un sólo paso,
y mil excusas.

Te saludé con mi mirada,
espero que lo hayas entendido,.
Recuerdo que balbuceabas palabras sin eco.
Espero que no te hayas quedado con duda alguna,
En mi partida sería muy triste,
que te apenes por las palabras, que nunca me dijiste.

Ya muy ido en mi abstracción,
volé muy lento hasta tocar la Luna
que deambulaba alegre en su máxima expresión.
Con las puntas de mis dedos las estrellas
y en mi ombligo y en el tuyo, brillando;
el Sol.

Balada para mil y un locos.

El sol esconde a la luna que muere sonrojada por su calor.
¿ A quien esconderé yo que apenas anda mi calefón ?

¿Quien amará a un pobre sin colchón?
Donde podría dormir una reina sin joyas ni un gran león
que escolte solemne la entrada de un magnífico portón,
jardines recubiertos de bellos querubines,
y algún jardinero que, las más exquisitas flores con su manguera rocíe.

Rebusco entre la mugre de mis uñas,
el fondo de mis bolsillos, sin fondo
mis ojos se caen, desganados.

¿En qué momento de mi vida dejé caerme?, vivir tirado.
Voy sobre río turbio camino a una cascada
y sin embargo no estoy siquiera sobresaltado.

Me coloco mis lentes para no me mate el sol,
no tengo problemas, no me mataría ni el más profundo dolor.
Reseco está mi corazón,
reseco y sin un peso.

Escucho caer una moneda al suelo
y nace de mi, el águila que siempre fuí.
De manera sistemática el sol hace que el cobre de la misma brille
y salto hacia ella como un león
5 centavos más rico pensé,
sueño con tartas de jamón,
talvez alguna golosina, Coca-Cola, quien diría... ¿Talvez, una lujosa habitación?

Me pongo mi bonete de 6 u 8 colores
que hacen buena pareja junto con mis tiradores.
Mi cabello está desarreglado
mi camisa es elegante pero tiene un detalle; está rajada de lado a lado,
sin embargo me viene genial, es verano.
(tranquilos, la gente no lo nota, viven con sus pies siempre apurados).

Fumo en una pipa el aire que respiro
llego a la fuente de la plaza, sin pensarlo; me tiro.
Las cámaras me filman,
saldré en la TV.

Me cambio sin prisas mi pantalón
la gente me mira de reojo, siento en el aire su envidia,
pobres seres, sufren de aquel mortal dolor.



((("...Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte en el viaje a Venus: medio melón en la cabeza, las rayas de la camisa pintadas en la piel, dos medias suelas clavadas en los pies, y una banderita de taxi libre levantada en cada mano. ¡Te reís!... Pero sólo vos me ves: porque los maniquíes me guiñan; los semáforos me dan tres luces celestes, y las naranjas del frutero de la esquina me tiran azahares. ¡Vení!, que así, medio bailando y medio volando, me saco el melón para saludarte, te regalo una banderita, y te digo..."
[este adjunto está escrito por Horacio Ferrer es de " Balada para un loco " ]
)))

El sol aprendió a dejar la marca en la cicatriz, ¡cómo habras aprendido vos a cerrar y las heridas abrir!

Tantos días que quedan atras,
recuerdos que sonríen a lo lejos,
no volverán más.
La memoria es una comida de las más exquisita,
jamás podremos tener el deleite de probarla,
nos deja como obsequio, sentir su aroma, un vago recuerdo talvez..

Vientos nuevos traerán,
todo aquello que alguna vez nos supieron comentar.

Historias de ladrones,
pequeños bribones,
entre sus manos esconden, ( como todos )
tesoros que no les corresponden.

Silencios que nos hieren, un poco.
Verdades que nos matan, del todo.

De tus labios salen sis y nos,
tus labios expenden cruentas mentiras,
grandes falacias que vagan sin rumbo por mis venas
para después corroer hasta lo más simple de mis penas.

Me llenás de culpa y me enredas,
me haces sentir tan sólo...
muero de pena.

Ojalá supieras de mi oscuridad
los momentos que muero pensando,
mano a mano con mi soledad,
y acerca de las noches que también
vivo cantando,
imaginando
el momento en que sepamos,
lo que estamos pensando.

Ah Ah Ah Ah, delirios de grandeza y más
Oh Oh Oh Oh, ya quisieras estar ahí, ¡poder camuflarte!
es tu sueño más lúcido, estar acá y en ninguna parte.
Poco a poco de tus pares te vas aprovechando,
no sé bien cómo hacés, pero la mejor parte siempre te venís llevando.

Recosté mi cabeza sobre mi almohada,
puse todas mis penas debajo de mi mesada.
Imaginé un mundo feliz,
gloria, risas para vos y para mi.
Tomé el diccionario, lo recorté.
Palabras como:
odio, miedo, rencor,
horror, venganza, dolor,
secuestros, desaparición,
egoismo, envidia, consternación.
No existen más, desde hoy.
Frases célebres de un tiempo pasado, tanto peor.

Ah... Cuantos inviernos he me han curtido,
a paso lento pero seguro mi piel se estira, me va facturando.
Sin embargo sigo aquí, alerta, parado.

Ah... cuantas lluvias me habrán mojado,
¿qué dirá la gente de mi paraguas, siempre agujereado ?
a mi suerte la han atropellado,
mi seguro no me ha pagado, muccho menos me la ha reintegrado.
sin embargo... casi sin voz, sigo cantando.

Sin voz, sigo cantando,
sin piernas sigo caminando
me cortaron los caminos yconstruí puentes.
No podía quedarme dormido.

Sembraron en mi huerta desolación
sin la más mínima consideración,
que lindo hubiese sido alguna que otra flor...
Sembraron en mis ojos miedo y terror,
¡nunca me preguntaron cual destino sería para mi mejor!

Oh, que la lluvia no roze tus pasos.
Que no trangiversen tus palabras no sea acaso
que como suele suceder
todo termina en un perdon, me equivoqué.

Ahhh... qué haremos con tus 6 letras bendito cristiano
si tu religión es pura culpa, " te perdono y estamos a mano"
confiésate y pide perdón,
tranquilo dios te dará el cielo...
¡No seas iluso!, porfavor.

lantamos lo que podemos
recolectamos... lo que queremos.
El que siembra y duerme,
no tiene cosecha, sólo sueños solemnes
que como gratis son,
tampoco tienen algún valor.

"¡¡¡¡Gratis, sin valor!!!!".
Escucho en la radio y en la TV a puro color.
¿Gratis?, uy.. ya me la veo venir.. ¡qué dolor!.

Escribo esta frase y pienso en vos;
en tus ojos se esconde el sol
en tu sonrisa algún extraño dios,
tus manos pueden conceder la más dulce bendición.

Pero qué triste, qué triste...
que lo dulce sea también... salado.
Todo tiene dos costado,
para saber el valor de una moneda hay que conocer la cara
y también la cruz que se esconde del otro lado.

Vientos nuevos traerán,
todo aquello que alguna vez nos supieron comentar.

Confianza, de eso se trata.

Me levanté así como sentido, mis párpados pesaban, mis rodillas al solo movimiento se hacían oir como nunca antes y mis manos se movían casi dormidas, torpes para ser más exactos.

Dibujado tras la ventana un sol que daba la imágen de estar perdido, brillando sólo en la inmensidad de aquella borágine infinita de agujeros negros, estrellas y valla uno a saber cuanto más, que con la sencillez que nos caracteriza llamamos "cielo".

Revisé los bolsillos de la chaqueta que reposaba plácidamente en la alfombra de mi habitación. Con la esperanza de encontrar talvez, algún descuento, una nota, algo para el día comenzar ( Sé que habrán pensado que iría a buscar dinero, pero no, eso siquiera lo imaginé, lo daba por descartado )

Bajé por la escalera de siempre, abrí la púta puerta rechinante que da a la calle y emprendí mi viaje hacia el exterior que en esta oportunidad todo transcurría de manera gentil y sencilla.
El mundo, sin aviso previo se fué deteniendo poco a poco la velocidad; 5ta, 4ta, 3ra y así hasta quedarse estático, mudo, silencio general.

Estabas ahí, en la parada del 55, mirando tus uñas, jugando con tu pelo, como si todos los problemas, el ruido que antes existía y el smog de la ciudad, no te tocasen, podría la muerte incluso pararse a tu lado que sería un traunsente más a tu alrededor, una imágen.

Mientras te admiraba encendí un cigarrillo, dubitativo, tuve que luchar contra el viento escondiendomé detrás de un puesto de diario, eran las 6:00 AM o algo similar.

Pensé en inventarte un nombre, pararme cerca tuyo y decirte para comenzar la charla " Vos sos Carla, amiga de Fulana, ¿ No?", pero caía de maduro. Ya nadie, a mi buen entender, podía ganar comenzando con aquella frase.
Por un momento supuse que había ganado la lotería, el éxtasis de una buena idea se filtró en cada una de mis venas. Me acercaría suavemente y le preguntaría acerca del clima, ¡Qué mejor disparador que aquel!.
Pasó medio minuto, no más y volví a caer en el pozo profundo y principalmente, sin fondo ( nunca nos deja de sorprender ) de la verdad.
Jamás, en mi vida entera había podido cruzar dos palabras con una mujer y ahora, pretendía que, en una parada de c o l e c t i v o s, encontrar al amor de mi vida, sin espacio a dudas, una imbecilidad.

Levanté la vista y rápidamente tir é el cigarrilloal suelo.

Alcanzé a divisar, detrás del puesto de diario que extendías tu mano; venía el colectivo.

Mis pupílas habían vuelto a su estado habitual, pesadas, y el éxtasis se diluía gota a gota creyendo dar esta batalla por perdida, te escapabas de mi vida de manera fugaz, sin adioses, ni peros, ni promesas, tal como viniste.
Empezé a transpirar e impulsado me subí al colectivo justo detrás tuyo.

Hizo eco tu voz en mis oidos "Hasta Plaza Italia porfavor", ¡Ah!, qué delicia, la textura, el color de tu voz tal como lo imaginé, no podía ser más.

Pedí mi boleto de colectivo con la grandísima y curiosa casualidad de que ibamos al mismo lugar " Plaza Italia", repetí, intentando captar tu atención, pero no. Seguías obunilada. Pensativa en valla a saber uno qué...

Recuerdo que el colectivo estaba más bien vacío, como no suele ser común en una Megalópolis como Buenos Aires, pasé cerca tuyo, inflamando mi pecho de valor, astucia, coraje y todo eso que dicen se requiere, y de la mejor manera pude, casi tartamudeando, mirarte a los ojos y decirte:
-Permiso, po-porfavor.

Te corriste, sin darme un segundo de tu mirada, me senté en el asiento más próximo y así transcurrió todo el viaje.
Te bajaste en Plaza Italia como le habías prometido al chofer.

De tu vida, no supe más nada, pero en cuanto a mi, me quedé sólo, jugando con mis manos, acariciando en el aire la textura de tu voz y taladrando mi cabeza de manera constante el archi-conocido "Qué hubiera sido si...".



((("Qué hubiera sido si...", frase común a otros tantos imbéciles, gente sin coraje, valentía, sin confianza; Como vos y yo, que también bien sabés de aquella vez que cuando hacía falta tu voz, te quedaste callado.)))

Historia de Bar

Cierro los ojos de manera forzada, reteniendo el llanto que nunca lloré y pienso en nada.

Aveces en los estadíos de melancolía plena, pienso las personas que fuí dejando "atras", los recuerdos que vienen y se van; son como fotos.
Imágenes lúcidas que se vienen a posar en nuestra sien para después escaparse sin previo aviso, tal como vinieron.
Pequeñas luciérnagas de luz que luego perderse sabrán en la inmensidad de la noche oscura, en toda su extensidad.

Prendo otro cigarrillo y espero que el tiempo tenga ganas de dejar de correr, y recien ahí, me pararé.
Mientras... El café como es costumbre, se enfría de a poco en mi mesa de ganas, vacía.

A lo lejos, tras la ventanilla del bar alcanzo a observar un retrato perfecto de amor:

La chica que sabe que no hay más y se queda.
Toma la mano de él y vacila, tiembla.
Él le dice que va a cambiar, que esté junto a él una vez más, roza sus labios con los de ella, juega con su nariz, la respiración se entremezcla, los ojos comienzan a envidriarse, el silencio se hace canción y el pecho toma cierta aceleración.
La razón, como siempre, en los momentos decisivos se declara ausente y da un paso al costado; le deja este momento, al corazón.

Se miran exhaustivamente, como intentando encontrar en sus iris eso que las palabras, nunca, nunca pueden expresar.

Ella que duda, el que afirma, toma su mano precoz y le da uno de esos besos que no hacen más que dar envidia a quien observa y, ¡mucho más aún! a la soledad (quien esperará tranquila el momento de la venganza).
Sus labios mimetizandosé, eran dos y ahora uno, la saliva que trafican sin pudor ante tanta gente que mira y observa con recelo, desearían estar ahí, ¡Cuanto darían!, ser amados, ser parte de aquella historia pero miran y no pueden más, que mirar.

Mientras tanto mi cigarrillo se fué quemando y ahora sólo queda un filtro triste, seco con gusto a tabaco que ante la ausencia del mismo, tambien lo fumaré, el café ahora es un recuerdo vago, lejano, ya lo terminé.

Llego a observar más lejos aún, no sin cierta dificultad, como aquella pareja de dulces golondrinas se escapa por una Corrientes que ya no volverá a ser igual.




(((En su alma nevaba y siempre llovía, su corazón estaba solo y las canciones de amor, lo entristecían. No conocía de primaveras ni veranos, pobre él, un triste Fulano. )))

Una forma de pedir perdón.

Hincaste tus rodillas sin delicadeza alguna, ya totalmente rendido, sobre el cemento de aquella calle donde siquiera las sombras se animan a recorrer.
Poco a poco de manera sutil, la sangre comenzó a emanar de diversos sectores de tu resquebrajada piel; el cemento te iba haciendo sentir su vigor, indefectible y común a todos.

Colocaste tus manos en el suelo ejerciendo extraña presión queriendo hundirte, desaparecer para no verte más, no tenerte que soportar, tu respiración, la palpitación de tu cansado corazón, la transpiración, aún transpirabas, y en esa posición digna sólo de un musulmán te echaste a rezar.

Rezar, era lo único que te quedaba, y como bien dicen ( y también, bien sé ), dios ( así, con minúscula ), resulta el mejor chivo expiatorio y a su vez el único ser en quien nos podemos apoyar en aquellos momentos en que nada, podría estar peor.

Succionaste gota a gota la sangre que vertía sin ganas de tus manos, como si fuera el último líquido; el elixir que te salvaría de aquella mierda a la que con gran elocuencia llamabas, vida.

Te arrepentiste de tus "pecados" ( palabra que en tu vocabulario sólo tenía algunos minutos de cálida existencia, porque es ése el refugio que nos dan este tipo de palabras; una calidez. El sentirnos abrazados por algo que no sabemos donde está y mucho menos qué es, con qué poco nos conformamos, ¿ no ? ), pedias perdón, perdón, perdón y más perdón, dudo que en tu porca vida hayas repetido una palabra tantas veces y finalmente, quedaste en silencio.

El tiempo que había pasado, y tu pasado que cargabas sobre tu espalda no iban a cambiar por unas cuantas letras que alcanzaste a balbucear con tu bronca toda al viento y la vida te lo hizo sentir.

Una luz fuerte centelleó sobre tu sien, luego un sonido perforó increscendo tus oídos;
Nuevamente, silencio.

Inexplicablemente cuerdo.

-¿De quien será el sol sino de nosotros dos?.
Sonreí mirando al cielo de aquella tarde primaveral que particularmente en aquel momento parecía estar pintado a mano.

Acabé de decir la frase, y reparé en tus cejas, que se fueron arqueando hasta tomar una connotación de odio, de rencor acumulado; el aire estaba cortado como con una navaja y la respiración cesó.
Por un espacio de entre 3, 5 segundos el tiempo se tomó un momento y paró.

Alzaste tus manos con decisión, tu mirada se fue alejando( valla uno a saber en que horizonte fue a parar) y mi cuello empezaste a apretar de manera inexplicable, pude producir algunos balbuceos antes de caer rendido en un estado del que ya no volvería.

-¡El sol, EL DISCO DE ORO ES MIO, SÓLO MIO!. Gritaste una y otra vez, una y otra vez hasta quedarte afónico.

Exhausto te sentaste lentamente en el rincón más recóndito de aquella terraza,tus piernas se encontraban flexionadas mientras jugabas con tus manos como intentando atrapar algo que se perdía de manera constante e improbable, jugabas.

Conversación estéril y pueril.

Frente a sus 2 pares de ojos ( el del General Aristóbulo Patróbulo de San Margarita de Ponce de León y el Sub-Oficial Perez Corrales de Sueños Sin Calma. ), se encontraba el batallón inerte en pleno entrenamiento, asediado bajo el peso de una lluvia de esas que caen y no se sienten pero en la sien resienten tiempo después el eco de una lluvia ya llovida.

-¿Todo desorden no?

-Hace falta sin lugar a dudas un proceso de reorganización divisional

-Seguro.. mucho desorden mucho ¿Serán demasiadas las ideas que circulan dentro de aquellos montículos de mierda que estos pobres diablos que no tienen siquiera donde caerse muertos suelen llamarles "cerebro" ?

- No queremos libres pensadores carajo!, para eso tienen talleres literarios y escuelas de ballet donde los putos, si, putos, personas quienes tienen por habito succionar miembros de su mismo sexo se reunen y debaten acerca de qué flores son más bellas, si las margaritas o las rosas, y siempre habrá uno mucho más puto aún que diga: “ a mi me gustan los tulipanes, está bien?”

-NO QUEREMOS CARAJO! si hay alguno que levante la mano en este mismo instante, juro por mi palabra, mi bendita madre y mi buen nombre que no le sucederá nada, simplemente queremos estar al tanto por cuestiones meramente administrativas…

* Timidamente en el fondo una mano se asoma, despacio *


-Ahí está, claro que sí, el hijo de puta, siempre diferente, el que viene arruinando hace tanto en su molesto, su desquiciante silencio, sus ojos llenos de todo mirándonos como si no supieramos nada.

-No retrasemos más esto mátenlo, háganme el favor, me da asco el sólo pensar ensuciar mis pulcras manos con una sangre tan impura y recubierta de mierda cada una de sus venas.

- Los restos lo tiran al otro lado de la villa no dejen sangre ni rastros, no queremos que después nos vengan a preguntar que pasó con el socio nº 36.729.077, porqué no paga más su cuota y estupideces del estilo…

-.Que no quede ni un papel donde haya ensuciado con sus mugrosas palabras, si es posible, se quedan después de hora rociando con un poco del licor que más nos satisface ( nafta ) donde pisó con sus sucios pies, ahora sigan el entrenamiento, vamos, marchen, 1 , 2, 3, 4 ALTO!, 1, 2, 3, 4.............








((¿ Y a vos qué te parece si hoy es tu mano la que perece bajo la presión y en el éco de tus pasos se escucha y se siente el paso cojo de tus penas y desilusiones que solo crearon mierda, vómito y risas a tus alrededores?
Dime, tú, ¿ qué te parece ?))

¡Adios neuronas! ( habló casi gritando porque solo unas pocas habian de quedar )

Salió a pasear al río
esperando encontrar pronto, algun amigo.
Buscó en la llanura y en la montaña
si quedaba algun alma aledaña.
Buscó en el cielo y en las estrellas,
sólo por sus ganas de quedarse con alguna de ellas.

Por último cansado de la soledad,
cansado de pensar y repensar,
estando solo sin nadie con quien hablar
lo único que le quedaba era pensar y reflexionar;
reflexionar y pensar.

Comenzó a recordar momentos tristes de su vida,
pensó acerca de las cosa que hizo,
cómo su futuro fueron cambiando,
y que diferente hubiera sido si alguna vez hubiese estudiado...

Siempre a la espera de un futuro mejor
pero en la memoria, grabado, un pasado peor.

Pensó nuevamente;
su marcha paró.
Sacó su revolver y a sus sesos disparó.

Murió con una sonrisa clavada en sus labios, pudo dejar de pensar, fue feliz, ya sus neuronas no lo iban a martirizar.
Fué, feliz y nadie, nadie se lo podrá quitar.



Hay quienes nacen rajados y otros que los rajan.

Sigue la rueda girando; aunque no tenga nafta alguien la estará empujando.

Puede que el cielo
no me de hoy el mejor de sus consuelos
puede que tu amor
no me deje recuerdos de lo mejor.
Puede que el sol no me ilumine
¿y?;
igual todo sigue
todo sigue.

Todo puede, todo es,
todo viene, se va, ¿ será ?.
Tiro mi moneda al viento
si sale cara o cruz, ya nada importa en este momento
dejé mi creencia en la suerte en otros tiempos.

Calzo mis botas y mi mejor bagán,
el baile recien está por empezar
y yo que no quería bailar, no quería bailar.
Empolvo mis ganas
mis sentidos; superlativos.
Las pupilas dilatadas
¡no valla a ser que rompamos la rutina!

"Los ojos ciegos bien abiertos" decía, un viejo amigo.

((-Al final del tiempo del todo de la muerte, más allá del horizonte se proyecta otro horizonte; pero más "lejos" que todo eso, en el sector que solemos denominar metafísico, hay risa, risas y más risas, ¡¿qué sentido tiene llorar cuando todo está cerca de terminar?!- ))

Cuando todo falta, mejor que las manos vacías son encías con restos de comida

-"Cuando todo falta mejor que las manos vacías son encías con restos de comida." le cantó al mundo mientras reía, reía; con dos o tres dientes que le habia dejado la vida.

A su lado, siempre siempre llovía
el miraba y reía,
tenia un libro
un gato
un perro
un techo de cartón
dos o tres fotos de un pasado soleado, mejor.

Un mazo con 40 cartas
lo justo para cantarle flor,
y un quiero vale cuatro a la vida
¡sin importar todo lo que perder podía!

¿ Perder podía ?
a su criterio se los dejo sólo por este día.
él en silencio, sonreía.
sonreía.

Recuerdo oxidado de un futuro cercano.

Le di la mano a un viejo amigo,
a jirones sus ropas,
entendí, buenas cartas no le habian tocado para con el destino.
La sensación fué de alegría y en alguna noche, muchos vinos,
un pasado en común, un presente lejano
y un futuro, poco más que extraño.

Le conté de mis proyectos, cómo habia cambiado,
qué grato me habia sido todo este tiempo que habia pasado.
Él asentía, todo decía que sí,
parecía inmutado
a cada palabra que iba soltando

Sin previo aviso comenzó a caminar en sentido contrario
de lejos agitaba sus manos parecía decir adios.

Boyé por Rivadavia unas cuantas horas
buscándole el sentido a aquel encuentro,
supe luego, por dentro...

Talvez sólo vi un reflejo
en mi corto y pequeño espejo
de un pasado que aveces se asoma, con desgano
con intención de buscarnos y darnos la mano,
esa mano cuasi fraternal
que nos proporciona un calor descomunal,
esas ganas de volver a lo conocido
a lo ya sabido, a lo compartido.
Ése pasado es una mentira
que camina siempre a nuestro lado
con intención de que cruzemos el puente
y volvemos ainertes a aquel pasado, hoy incongruente.

A ese pasado le di 3 o 4 tiros, quedó rengo.
Y no lo volví a ver NUNCA MÁS cerca de mi camino.



[ La poesía es sin duda el lenguaje del alma. Mis palabras, asimilaciones inútiles de un sentimiento profundo que se confunde con lo absurdo cuando tengo la osadía de intentar plasmarlo y encerrarlo en débiles pequeñas letras( de un abecedario inventando por vaya a saber quien; quien no sé)se asimila como hace un vagabundo con su cajón vacío lleno de monedas, monedas, pelusas y polillas raquíticas. ]

Un niño y un adulto, misma isla, diferentes orillas.

La distancia de nuestras edades se hace tangible,
tu malevaje y mi niñez a flor de piel, ahora que es palpable...
inaguantable.

Llevo un piolín, un mate y un violín chillón
que llora y sólo llora,
quemo el tiempo buscándole
un acorde imposible,
una canción tangible
un momento sensible.

Disculpá, pero ¿será que no entiendo de penas?.
Que me antecede
lo que siempre sucede
¿Que yo y mi bola de caramelos
no entenderé de tus insomnios
y enojos sin sentido ?

¿Que yo y mi mundo paralelo
con una canchita de arena y juegos
no veo lo complicado de tu capitalismo inútil ?
(el niño dice esa palabra y rie con cierto afán y la repite)
capitalismo inútil.


¿Será que tras mi ventana de sueños "aún" no cumplidos
no veo tu sótano de plegarias y fracasos amontonados tirados lejos?
Ahí a un costado, efectivamente pisoteados.


Qué triste es tu cara cuando sonreís
sos adulto y las arrugas se te marcan ahí nomás,
gritando y diciendoté ¡la puta que te parió sociedad!
Desconcertado, preguntandole a tus pares qué fue lo que pasó.

Lo miró al niño
y en sus ojos su ira estalló.

¡Si yo era un chico como vos!
me gritás;
me mirás.
Era un chico como vos,
devolveme lo que fuí
quiero ser aquello que sentí.

La ingenuidad a flor de piel,
si mañana sale sol o no, no me importaría.
Tampoco si suena o no el despertador
capìtalismo, marxismo, socialismo
vallansé todos lejos con sus ismos,
¡lejos de mis juguetes!.
que miran y callan
y contra mi pared cuando los tiro, estallan.
estallan.

Quedose mirando al niño que alguna vez fué, cristalizó aquel momento, el pequeño niño cae, golpea su rodilla en un parqué de cemento.
Su madre enojada lo levanta a tirones de un brazo, lo revolea, lo abofetea.
-"CUANTAS VECES TE DIJE NO TE CAIGAS MÁS, EZEQUIEL NO SEAS ESTÚPIDO, TARADO, BOLUDO INÚTIL, INÚTIL."

Despertó del sueño y entendió por fin, qué le pasó al niño.

Se vistió lo más rápido que pudo y corrió.
Corrió hacia el trabajo, llegaba tarde y el jefe lo reprendería acto seguido; despidiría, si una vez más aquel acto cometía.

Papel gomoso aveces engañoso entre los árboles frondosos se esconde lo misterioso.

El sol que que se acerca, va derritiendo mis pupilas.
Pasada la mañana, mi cuerpo entero; transpira.

El reverso de mis sesos
se confunden con lo más perverso de mis huesos
me hago pequeño, irreconocible
y ya se acaban mis horas en este mundo, sensible.

¿Será que el fuego de tu amor
quien quema y destroza mi noble corazón ?

¿Será el derrotero de unas palabras ñatas
que por tontas e insensatas
llevan a la locura a esta mente un tanto negliglente?

¡O serás tú mi víctima!.
Lector estúpido
que no te das cuenta que sólo soy,
una simple
goma
de
mascar.
Arrojada en la vía pública, de cualquier lugar.

La goma de mascar ríe / agoniza mientras se va derritiendo bajo la tarde de un sol primaveral.

Teatro agresivo a un público estéril, púto y pasivo que; mil veces fué hendido.

Mis maestros me enseñaron siempre frases célebres
( Maestros de la gran escuela a la que concurrí.
–risas de fondo-
De qué rien?
– risas de fondo –
Hijos de puta vuélvanse a reir y los mato a todos
–risas de fondo-
¡Ahora van a ver! [Suena el tiro, el disparo es efectivo.]
– llantos de fondo- )
Esto es blanco, esto es negro, no tiene porque cambiar, es así.
Si girás mucho la tuerca
Se puede quebrar,
Si le buscás la quinta pata al gato
Estás perdiendo el tiempo
Y un sinfín de cosas que nos hacen """felices""".( me faltan varias muchas comillas )
Repito esta palabra que ya nadie utiliza como adjetivo para autodenominarse
Felices.
Feliz
Ser.


Conozco el llanto y la risa,
tambien sé porque los hombres siempre caminan tan deprisa
veo gente correr,
¿De qué se perdarán?.
Los miro y pienso; quieto.
Repito esta palabra que a muchos les cuesta realizar.
Quieto.
Vuelvo a lo anterior, ¿de qué se perderán?
¿Tendrán miedo de que el tiempo los alcanzé?
Bah, en realidad es una suposición en base a una frase
que todo el día los escucho repetir
“cómo corre el tiempo eh”,
y se miran cómplices como si hubieran dicho
una verdad irrefutable,
creo que creen que entienden la verdad de la vida.
¿La entienden?

Tres tiros en el pecho bastan para crear un silencio perfecto. ( Favor de anotar la ecuación )

Lo siento que a veces sea así,
Me pongo denso, parlanchín
Se me van las ganas de comer
Aunque mi estomago me diga
“ lo necesitás para crecer”
Que la chupe, él nunca lo va entender…


El cielo me enseñaron que siempre es cielo
La luna, luna. El sol, sol.
Y ahora que ya soy grande
Y me dieron una boca para callar,
Que acerca de ella, lo unico que me enseñaron fue cómo morder y masticar.
Ahore que ya soy grande
Y me obsequiaron unos ojos para no mirar,
“Tapate los ojos esto no es para vos”
“Tapate los oidos no tenés que escuchar.”


Ahora, la puta que los parió.
Ahora que ya FUÍ grande
Decime papá.
Quiero que me digan qué carajo le pasa a la verdad.
Hace años, pero años eh que la vengo llamando
¿Qué le pasó papá? ¿Sabes?


Silencio……
Tres tiros…………
Sangre………………


FIN.

Historia del Gral. Artaud

En lo alto de la llanura de uno de esos lugares que el mundo siquiera ha tenido tiempo de ponerles un nombre se encontraban en plena campaña el General Artaud y su noble escudero, Maquiavelo.


- ¿Como es que marchan las cosas en el frente mi siempre inútil escudero?


- Nos faltan armas, ganas y también son muchos los rebeldes mi general, he aquí que concluye mi informe.


- Su arma es su cabeza soldado! y los rebeldes ¡no podran contra ello!.


-Mmm todas las voluntades tienen precio tendrá que entregar los caramelos que tanto ansían las tropas pero eso si! Con los estupefacientes no!resistiremos.


- Tendran que subsistir con los sobres de edulcorante que fueron donados!


- Duele tanto lo que usté me dice mi general, ¡ Cuanto valor ! En cuanto al edulcorante… si lo aspiramos es muy posible que nos pegue…


- Entonces.. les llevaremos los caramelos pero, ¡solo algunos pocos!


-Siempre con la razón entre sus manos mi general quien pudiera decirlo mejor…
Talvez tan solo el mismísimo Gral. Perón en otra ocasión pero si usted diría “tiren las armas recojan flores y hagan que vuelva la primera” ni por un segundo lo dudaría, ¡ ningún invierno resistiría!


- Y los secos pastos se llenarian de color!


- Oh, y el aroma de las flores…


- Parejas ya sin restricciones, revolcandose sobre ellas, profundamente enamorados.


- Los gorriones cantando, sin miedo a ser capturados qué será de las jaulas y las honderas, ya sin trabajo… ¿ Tendran jubilación mi general?


- ¿Jubilación cómo es que dice? ¿Jubilación unas honderas? De que me habla usted!


- Siempre tiene tanta razón mi general, tanta razón... El edulcorante sin duda; pega.

sábado, 22 de enero de 2011

Tango.

"Cualquiera puede tener la gracia de amar
pero no todos podemos olvidar"
cantaba de fondo a viva voz un tanguero con sus ojos llenos de recuerdos
y alguna lágrima para variar.

Curioso es el destino,
la vida con sus continuos acertijos
la forma en que tienes de mirarme
voy buscando recuerdos a los que aferrarme
la noche se hace larga
el pasado presente
y el futuro; incierto.

"Espero volver a verte" te dije, mientras las lágrimas inundaban espacio cuanto había en lo más profundo de mi iris.
"Algún día" fue todo lo que me contestaste,
la frase justa para hacerme saber que aquel instante
era el último que te iba a ver de aquí, hacia adelante.

Mientras tanto, en el mismo momento en que cerrabas aquella puerta y te ibas para no regresar, el repertorio de tango había concluido y el cantante mordía sus labios por no llorar, su voz habia cesado de cantar, los nudos en la garganta esta vez; pudieron más.

-Quizás porque soy un mal comerciante no pido nada a cambio de darte lo poco que tengo: mi vida y mis sueños. (sic) frase de Charly García-

No hagas.

No cantes, no te enojes
no llores, no grites
no camines; no mires.

No sueñes, tampoco pienses.
no rias, no juegues,
no mientas menos sonrias.

No murmures, no hables,
no viajes, no duermas
ni olvides, ni respires
tenlo presente.

Sólo asi estarás a salvo del amor y sus vericuetos.
Sólo así no conocerás cómo sangra el alma de los enamorados aquellas noches
donde el frío es la cobija más próxima y el paradero de la amante;
incierto.

Para un amigo.

La luna sobre nuestros hombros decoraba el paisaje,
ibas contando los minutos, antes de embarcarte en tu viaje.
Es larga la travesía
más eso no importa, nada se compara al olvido.

"Y fué tan nuestro" alcanzé a murmurar,
me pediste porfavor que no me lo valla a olvidar,
que lo anote en cualquier lugar.

Todos los momentos que compartimos,
las veces que brindamos,
los debates políticos, filosóficos y metafísicos,
las broncas, las peleas, las sonrisas,
las risas, y cuanto más pueda recordar
vino aquí; junto a nosotros a parar.

"Uno nunca sabe" y qué se yo que más dijimos
pero en aquel momento
no existían motivos para llorar ni extrañar,
no quedaba lugar para una lágrima entre tanta risa en aquel bar,
entre tantos brindis y maníes para acompañar.

Te echaré de menos te dije
en una de esas nos cruzamos por allá, un viaje nunca viene mal.
Te echaste a reir y me lo hiciste jurar,
"uno nunca sabe" fué lo único que te pude contestar,
mientras tanto;
todo sigue siendo nuestro.

Falta envido y truco.

Falta envido y truco;
no va más.
Los chistes ya no hacen gracia
más no falta bufon en esta idiosincracia.
Desearía tantas cosas que no suceden
y maldigo por tantas otras que sí tienen lugar.

Se nos hizo de noche y aún brillaba el día
tenías que ver el frío que hacía.
Pullover, bufanda y sweater no alcanzaban
para llenar el vacío que palabra a palabra en el corazón me dejabas.

Encontré en un viejo cajón
algunos recortes, cartas... de un tiempo mejor.
A decir verdad, confesar debo,
alguna lágrima se me escapó.
No había viento ni insecto alguno para echarle la culpa.

Te busco entre fotos viejas
en carreteras sin nombre, caminos sin luz.
Me doy por perdido, estoy vencido,
y más que vencido, desvencijado,
destartalado, desarmado.
Desarmado de fe,
des-armado de sueños
descorazonado es la palabra que estaba buscando.