L

El fuego no te quemó, curtido estás,
tratando siempre de escapar,
en busca de lo que quedó, para robar,
llevándote las miserias que, en las baldosas flojas suelen quedar
esas por las que nadie quiere sangrar,
las que tanto se esforzaron en censurar.

Caminás tranquilo sabés que nada te puede pasar,
conocés tu destino, sos mierda y en la mierda vas a terminar.
No querés cambiar, sabes lo errado de negar
No necesitas crearte otro sol para madrugar,
le decís que no al pasado sólo, porque no tenés.
Te hacés el bohemio y bien sabés,
no es porque querés.
Tu cielo único es, dormir en la gloriosa ratonera,
ser visto por dostoyevski, retratado por sus letras.

De quien hablará esta poesía
¿será por mi, será de ti ?,
¿será que todos escondemos un muerto en el placard?
¿Acaso estamos todos atados a algún mal?
Pero ningún perro supo jamás otra cosa que ladrar,
todos al cielo, angelados, quieren llegar
pero nadie, ni uno, su costo pagar.

Cuantos se divierten en cobrar
las relaciones son siempre negociar,
más más y más, es lo único en que soñás,
no se te puede culpar... todos pensamos igual.
Cuánta vena reventada por un ideal
que solo su alma pretendía agrandar,
¡Que revienten las almas de soberbia!
Para que al menos tengan transparencia.

Que revienten.



( Esta la hice con Francisco Vuisso, un amigo, la construímos haciendo dos versos cada uno tipo ping-pong )