PINTADA 29/1

sábado, 3 de julio de 2010

XXXVI

El cielo siempre nublado
los vidrios de tus anteojos, empañados,
escondes algo entre tus ojos, estás dilatado
aniquilado, perturbado,
pensás sin querer lo que no querés,
cerrar los ojos y volvés a creer.
Volves a creer,
en la novia que juró volver,
aquel amigo que te dijo " en esas cosas no voy a volver a caer",
en el fantasma de siempre que te dice que nada va a cambiar,
en la puta casualidad que siempre viene, cuando menos te la esperás.

Un chasquido la vida,
a un paso de la salida,
aunque no lo veas, siempre estás ahí.
Hay muchos lugares que es
"entrá si querés, salí si podés",
aca, en la vida, es todo exactamente, al reves.

La planta crece de una semilla,
quien habrá robado aquella hebilla,
de donde sale la maldad,
porque va de la mano con la oscuridad,
la noche, los días,
todo siempre pasa y yo sigo acá,
alimentando la esperanza que quedó
tirandole tiros, a lo que se escapó.

Hoy te miro
y ya no desespero,
a mi corazon le digo tranquilo; no acelero;
puedo ver lo que pasa y lo que no,
ya nada es tan negro lo sé.

Hoy que me venís a abrazar,
me corro para atras, te doy la mano, y te digo adios.

Adios melancolía,
no toques mi puerta hoy, al menos este día,
que yo ya encontré en el cielo, la estrella que quería,
ya habrá otra oportunidad,
sabes bien hay citas de las cuales no se puede escapar,
pero hoy que estoy más allá... no; no me vengas a buscar.

Es un momento sencillo, de paz,
cerrás los ojos y te vas,
ojalá estuvieras acá, para entender más,
las olas ya no chocan,
las ramas no se mueven, ni respiran,
todo es silencio,
silencio y luz,
luz y silencio.
Silencio silencio silencio
paz;

Abro los ojos y todo lo que pensé,
ya no está,
ruido.

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