Levanto la mirada y solo está el cielo,
el horizonte y lo que nos deja ver con cierto recelo.
Me preguntás, escéptica, ¿ qué es lo que quiero ?,
sinceramente no queda más que tiempo,
agua y pan, en este agujero.
Nunca fuí de los que sueñan con grandes mansiones,
en sus manos tener mil millones,
ni amigos para llamar a montones,
nisiquiera un mundo de los mejores.
Tomo la chaqueta y mi gorro,
aunque no salí, sé, afuera hace frío,
siempre es invierno y hace falta abrigo,
la calle siempre fué hostil, decía un amigo.
No me quejo, voy de la mano junto con mis desafinos,
recorrí grandes y pequeños caminos,
es hoy que llegué solo y aquí,
ya no preguntan más por mi.
Me enteré que mi timbre dejó de funcionar,
al sol le cuesta brillar
y las escaleras hasta este infierno, nunca vas a bajar,
no te cuestiono, siquiera te lo menciono
hay veces que no todo sale como quiero,
por eso nunca contesté tu pregunta. ( la que está al principio )
Hoy te regalo esta poesía,
que quisiera que la leas y me digas,
si vas a volver... algun día,
no pongas fechas ni horas,
es que sé que aveces, no todo te sale como querías.
(Descuidá, a mi tampoco. )
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