PINTADA 29/1

domingo, 23 de enero de 2011

Inexplicablemente cuerdo.

-¿De quien será el sol sino de nosotros dos?.
Sonreí mirando al cielo de aquella tarde primaveral que particularmente en aquel momento parecía estar pintado a mano.

Acabé de decir la frase, y reparé en tus cejas, que se fueron arqueando hasta tomar una connotación de odio, de rencor acumulado; el aire estaba cortado como con una navaja y la respiración cesó.
Por un espacio de entre 3, 5 segundos el tiempo se tomó un momento y paró.

Alzaste tus manos con decisión, tu mirada se fue alejando( valla uno a saber en que horizonte fue a parar) y mi cuello empezaste a apretar de manera inexplicable, pude producir algunos balbuceos antes de caer rendido en un estado del que ya no volvería.

-¡El sol, EL DISCO DE ORO ES MIO, SÓLO MIO!. Gritaste una y otra vez, una y otra vez hasta quedarte afónico.

Exhausto te sentaste lentamente en el rincón más recóndito de aquella terraza,tus piernas se encontraban flexionadas mientras jugabas con tus manos como intentando atrapar algo que se perdía de manera constante e improbable, jugabas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario