PINTADA 29/1

domingo, 23 de enero de 2011

Golondrina que más te podría pedir, si con sólo una mirada me haces feliz.

Las golondrinas siempre esperan,
en algún lugar, sabiendo que todo lo que va,
regresa.

Hoy te vi mientras tomaba un té,
en un bar de Palermo olvidado,
pediste café para dos,
pero tu acompañante; nunca llegó.

Tenías la sonrisa idónea para cegar mis ojos,
los labios perfectos para salvaguardarme de cualquier enojo.
Desearía haberte hablado,
no sé, al menos pedirte un cigarrillo prestado,
esbozar cualquier comentario acerca del clima,
un "¿Qué tal, cómo te va?", no hubiese venido nada mal.

Pero no pude,
pediste la cuenta y te dejé ir,
fué como una de esas oportunidades que aunque sé que no volverán
me alegrarás la semana de ahora en más.

Golondrina que vueltas alto
¿Cuando volverás a posarte sobre las ramas de este balcón con tus encantos?
Golondrina de aleteos cortos,
siento de lejos el rumor de tus cantos
y no puedo más que empezar a los saltos.

A la misma hora mañana estaré,
en el mismo bar me pediré un té,
y bajo el primer rayo del sol, tranquilo; te esperaré.

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