Salió a pasear al río
esperando encontrar pronto, algun amigo.
Buscó en la llanura y en la montaña
si quedaba algun alma aledaña.
Buscó en el cielo y en las estrellas,
sólo por sus ganas de quedarse con alguna de ellas.
Por último cansado de la soledad,
cansado de pensar y repensar,
estando solo sin nadie con quien hablar
lo único que le quedaba era pensar y reflexionar;
reflexionar y pensar.
Comenzó a recordar momentos tristes de su vida,
pensó acerca de las cosa que hizo,
cómo su futuro fueron cambiando,
y que diferente hubiera sido si alguna vez hubiese estudiado...
Siempre a la espera de un futuro mejor
pero en la memoria, grabado, un pasado peor.
Pensó nuevamente;
su marcha paró.
Sacó su revolver y a sus sesos disparó.
Murió con una sonrisa clavada en sus labios, pudo dejar de pensar, fue feliz, ya sus neuronas no lo iban a martirizar.
Fué, feliz y nadie, nadie se lo podrá quitar.
Hay quienes nacen rajados y otros que los rajan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario