PINTADA 29/1

domingo, 23 de enero de 2011

Despertar es una utopía cuando lo que nos rodea no es precisamente la luz del día.

¿¡Me oís?!
¿ Estás vivo ?
Quédate aquí, conmigo.

Zumbaba alrededor de mis orejas
un ruido extraño reminicente a un más allá
tan cercano, casi palpable;
pero inexplicablemente, inalcanzable.

Sentí tus ojos junto a los mios,
tu respiración tan cerca
tus pensamientos rozaban mi alma
y tus lágrimas caían
como rocío en el desierto que era, mi alma sin vida.

Luciérnagas que estaban más allá
hoy se encuentran tan acá,
iluminan con su andar senderos oscuros
por los cuales con sólo abrir puertas;
se ve el futuro.

Todos dirían que estoy en un sueño
en uno muy duro,
pero si hablamos de durezas,
nada más duro que la vida y su corteza,
la realidad y su maleza,
llegar a la verdad; una meta incierta caracterizada por su máxima crudeza.

El infierno está más cerca que el cielo comprendí en aquella ocasión,
se hace más simple destruir un puente que crearlo,
cortar un árbol que plantarlo.

De la tentanción a la acción,
un sólo paso,
y mil excusas.

Te saludé con mi mirada,
espero que lo hayas entendido,.
Recuerdo que balbuceabas palabras sin eco.
Espero que no te hayas quedado con duda alguna,
En mi partida sería muy triste,
que te apenes por las palabras, que nunca me dijiste.

Ya muy ido en mi abstracción,
volé muy lento hasta tocar la Luna
que deambulaba alegre en su máxima expresión.
Con las puntas de mis dedos las estrellas
y en mi ombligo y en el tuyo, brillando;
el Sol.

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